Caso clínico de Dermatología. Mayo 2016

Autora: Maite Verde

En este caso clínico recibimos en nuestra consulta un West Highland white terrier macho entero, de 5 años de edad y con 9 kg de peso. Acude a la clínica por prurito crónico generalizado desde los 8 meses de edad. Cada dos meses se le realiza control antiparasitario externo con pipetas a base de piretroides. Actualmente, el grado de prurito es muy alto, de un nivel 8-9 sobre una escala de 10 con picor continuo todo el año. Convive en la misma casa con dos gatos los cuales no presentan evidencias de contagiosidad. 

El propietario asegura que además del picor, siempre aparecen lesiones y escamas en la piel. También tiene otitis recidivantes desde que cumplió el año de edad, y padece conjuntivitis bilaterales dos o tres veces al año; igualmente, manifiesta prurito anal, heces de consistencia variable y flatulencias. S u primer veterinario ha realizado pruebas serológicas que detectaron niveles elevados de anticuerpos frente a alérgenos alimentarios y frente a pólenes de diversas plantas, por ello se le administró en su día una dieta comercial exenta de los alérgenos detectados en dichas pruebas serológicas... pero no hubo mejoría.

Su actual veterinario realizó hiposensibilización durante un año, en base a los resultados de las pruebas serológicas, pero tampoco tuvo éxito, ni en el control de las lesiones, ni en la disminución significativa del picor. También le administró amoxicilina-clavulánico (mejoraban las lesiones), hidroxicina (se reducía levemente el picor) y prednisolona oral e inyectable para controlar el cuadro, pero al dejar la medicación los signos de prurito y las lesiones vuelven a aparecer en poco tiempo.

¿Qué causas tienen más probabilidad de ser responsables de esta presentación clínica? ¿Qué primeras pruebas realizarías? Estas y otras preguntas relacionadas con el caso las responde en esta unidad Maite Verde, responsable del Servicio de Medicina Interna y Dermatología del Hospital Clínico Veterinario de la Universidad de Zaragoza.